El tema de la adicción de los usuarios a las plataformas sociales más populares se está convirtiendo cada vez más en un tema de debate. En algunos países, como el Reino Unido, existen incluso iniciativas a nivel nacional. También hablan del problema de la adicción personalidades de los medios de comunicación, por ejemplo, el príncipe Harry, la congresista estadounidense Alexandria Ocasio-Cortez y otros.
Muchos usuarios han tomado conciencia de su adicción a las plataformas de redes sociales y se están retirando lentamente de ellas. Al limitar su uso de las plataformas populares, observan que no han perdido nada, sino que han ganado algo. Por ejemplo, hablan de una reducción de los sentimientos de ansiedad. Las redes sociales obligan a la gente a estar «a la orden del día» todo el tiempo, a seguir los acontecimientos y las noticias, entre las que hay mucha negatividad.
Los científicos aún no reconocen el término «adicción» en relación con las plataformas sociales. Pero el término «uso problemático» ya ha surgido en la psicología. Se trata de la mayor atención a dichas redes, el uso excesivo, todo lo cual tiene un impacto negativo en la psique de una persona.
Una lista de señales que indican un uso problemático y excesivo de las redes sociales.
La presencia de al menos la mitad de estos síntomas en seis meses puede indicar un problema con las redes sociales.
Si se pregunta cómo reducir la adicción a las redes sociales, la respuesta más común que se escuchará es limitar su uso.
Hoy en día existen programas especiales para ello: los teléfonos modernos cuentan el tiempo que una persona pasa en dichas plataformas, analizan el crecimiento o la disminución del interés en las mismas. Debes prestar atención a estos indicadores y asegurarte de que no aumentan. El autocontrol y las restricciones oportunas ayudan a no desencadenar el proceso.
Otra forma es realizar una desintoxicación digital periódica. Pasa periódicamente un tiempo sin redes sociales y analiza lo que te ocurre en ese momento, qué emociones surgen.
Sin embargo, muchos psicólogos creen que los métodos descritos anteriormente alivian los síntomas, pero no resuelven el problema en sí. Hay una razón por la que una persona comienza a formar una adicción a las plataformas sociales. Y para identificarlo, es necesario trabajar con la autoestima, la visión del mundo, para formar una actitud más sana y positiva hacia la vida real.
En esta situación, la restricción del uso por sí sola no resolverá el problema, que es mucho más grave y profundo. Es necesario buscar la «raíz del mal», identificar por qué la gente pasa tanto tiempo en las redes sociales. Detrás de estos problemas, según los científicos que organizaron el estudio, hay dificultades emocionales más graves. En estos casos, la cuestión no es cómo limitarlo, sino por qué una persona no quiere hacerlo. Y lo primero que hay que buscar es una respuesta a eso.
Mientras que los efectos nocivos del alcohol, las drogas o el tabaco se hacen visibles al cabo de cierto tiempo, la adicción a las redes sociales no tiene consecuencias físicas apreciables. A pesar de ello, es necesario valorar claramente los daños que puede causar en el estado emocional y psicológico del usuario.
Los psicólogos no se apresuran a apoyar la iniciativa de reconocer dicha adicción como una enfermedad. En su opinión, es una idea sin sentido, ya que el problema debe buscarse en profundidad. Además, no hay formas medicinales de curar dicha adicción. Se trata de un problema psicológico y hay que abordarlo ahí.